miércoles, 4 de junio de 2014

Desierto Wirrárika

Para muchos jóvenes del centro de México ir al desierto es más que una vacación, es un viaje donde ser y siendo se encuentran. El desierto Wirrárika, extensión sagrada para la etnia Huichol, donde crece el cacto de peyote, médula de su cosmogonía, es también un poderoso símbolo para las comunidades urbanas colindantes a las que, avasalladas por la modernidad y su lastre, se les muestra originario, un auténtico rito natural en un mundo de megabits.



De los estados de Zacatecas y San Luis Potosí parten hordas de adolecentes aventureros, experimentados psiconautas… Unos tras la alucinación y otros por la necesidad de encontrarse, motivados por la tradición oral y el misticismo.

Desde la adolescencia es común escuchar relatos de los que ya han ido, de los que anhelan estar allá y de los que se quedaron. Se hablaba de Don Pablo, un anciano hospitalario como nadie, a quien acudían peregrinos y náufragos de arena. Todos lo queríamos conocer.

Muchas veces estas tradiciones de los pueblos autóctonos son trivializadas por los mismos que pretenden su conservación y rescate, demasiado aprecio daña, vuelve frívola una conducta sagrada, en la tierra las cosas del cielo pierden todo valor. Pero la fiebre del desierto continúa, son miles los que se alistan en las expediciones y miles los que vuelven renovados, briosos.

Ir al desierto es crucial para huicholes como para algunos mestizos, a los unos les significa la vida, las cuentas a los dioses y para los otros, sabiduría, contemplación, crecimiento humano.

Hoy en día, si quieres conocer un poco sobre esta ruta puedes visitar Real de Catorce en San Luis Potosí, a donde llegan muchos peregrinos y viajeros al encuentro místico con el peyote y todo lo que conlleva el ritual. Además es una buena oportunidad para conocer este pueblo mágico lleno de historias coloniales, ya que se trató de un pueblo minero del que hoy sólo quedan sus ruinas.

2 comentarios:

  1. sinceramente no creo que sea de lo mejor para viajar aun asi muy bonito sitio enhorabuena por el blog

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  2. Jajajaja vaya comentario seguro piensa que los lagartos van con cantimploras por el desierto. saludos

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